Miedos
Miedo al compromiso, miedo a defraudar a quien está a tu lado, miedo a la soledad, miedo a morir si sentir la pasión, miedo a las relaciones, miedo a lo que ha de venir, miedo a nosotros mismos. Y ante eso, el sexo como catársis, tanto en su búsqueda como en el hallazgo.Esas han sido las sensaciones reflexionadas que me ha ofrecido Shortbus, el duro filme de John Cameron Mitchell que en ciertos momentos me trasladó la acritud de Happiness, de Todd Solondz o el libertinaje de "Rita, Sue y también Bob".
Es cierto que lo primero que me vino a la mente con las primeras secuencias de la película de Mitchell fue algo así como "qué coño hago yo aquí", estado que se mantuvo hasta horas después de haberla visto.
En un primer intento por encontrarle sentido al torrente desbocado de imágenes de sexo explícito y situaciones inverosímiles para los que vivimos una vida diferente, me hice un manifiesto interior, de un sólo punto, que al mismo tiempo me reafirmara: "Decididamente, el cuerpo de las mujeres es el único que me puede trasladar hasta los sueños".
Cursi, empalogosa, reduccionista. Ya lo sé, pero fue la reacción inmediata a las encuentros sexuales de los protagonistas masculinos de la cinta. Y no porque esté en contra de las relaciones homosexuales (masculinas y femeninas), sino porque mi estado natural (el mío, aunque entiendo perfectamente el de otros, ya que no deja de ser una manifestación de amor), es el de la heterosexualidad.
El paso de los días ha afinado más mi percepción y mi reflexión sobre lo que el director y guionista mostraba, y así he llegado, además de a las palabras iniciales de esta entrada, a la conclusión de que la desnudez, en hombres y mujeres, depende cómo se trate, puede ser tan natural como nuestra propia desnudez en la intimidad de nuestras casas.
Por último, mientras pensaba en este post y escribía las líneas anteriores, me ha venido, por una de esas extrañas asociación de ideas, la maravilla de Francis Ford Coppola, Apocalypse Now, y algunas de las frases de Kurtz/Brando.
"He visto un caracol, se deslizaba por el filo de una navaja, ese es mi sueño, más bien mi pesadilla, arrastrarme, deslizarme por todo el filo de una navaja de afeitar, y sobrevivir."
Coronel Kurtz (Marlon Brando)
11 Comments:
" / Miedo, de volver a los infiernos / miedo a que me tengas miedo / a tenerte que olvidar... / Miedo / te quererte sin quererlo, de encontrarte de repente / de no verte nunca más / ".
Miedo (M-Clan)
Hay películas que se prestan a ultitud de reflexiones. Precisamente el otro día estuvimos hablando Mario, Daze y yo sobre Matrix y las explicaciones filosóficas a las que se presta. Cualquiera que tenga la colección extendida puede comprobarlo.
En cuanto a mí, como tú, mi estado natural es la heterosexualidad, aunque respeto cualquier tendencia sexual, aunque no la comprenda.
Un saludo madrileño.
Nando, allí en Madrid tenéis mucho tiempo libre, ¿no? Es broma. La verdad es que lo atractivo del cine, la mayoría de las ocasiones, como cualquier otra creación artística, es que da mucho juego y te conduce a conversaciones apasionantes, aunque sea con Matrix, que he de reconocer que no es una de mis películas preferidas (de hecho, me quedé dormido en el cine).
Un abrazo alicantino
Juanito, muy bueno el apunte musical.
Hace unos días escribías sobre Kapuscinski y precisamente su discurso de aceptación del Principe de Asturias era algo así como 'Reflexiones sobre el miedo', he intentado buscarlo por la web pero no lo he encontrado, decía: 'el miedo es un depredador cruel y voraz que vive dentro de nosotros'.
De todas formas, tu entrada a mí me ha hecho pensar, entre otras cosas, en la desnudez y en por qué aún no se acepta igual la visión del cuerpo desnudo de un hombre que el de una mujer, por qué aún no nos da el mismo morbo ver una escena lésbica que un trío de hombres.
¡Ahí queda eso!(ya sabes, por polemizar un poco).
No mentemos a Kapuscinski, que por este blog se mueven unos cuantos que han acabado un poco ahítos del periodista polaco. Je,je,je.
Sobre la desnudez, discrepo en cuanto a que no se acepte la visión del hombre desnudo. Creo que cada vez más se ha integrado en los diferentes aspectos de nuestra realidad, mediada especialmente por la publicidad y el cine, que ya no muestran esos pudores insanos de tiempos anteriores. ¡Si hasta las grandes estrellas del celuloide cada día se sienten más orgullosos de mostrarse como los trajeron al mundo! (Aunque otra cosa es que en muchas de sus escenas los que realmente aparecen son dobles).
Respecto al morbo, qué quieres que te diga, sexualmente no me interesan los hombres y las mujeres desnudas son, como dijo Benedetti, "una vocación para las manos
para los labios es casi un destino
y para el corazón un despilfarro
una mujer desnuda es un enigma
y siempre es una fiesta descifrarlo"
¿Y qué sería de nosotros sin esos miedos?
A mi personalmente, me da pavor pensar en un mundo donde no existiera el miedo exitencial ante lo desconocido. Creo que fue Pavese quien dijo que aquello que nos asusta se convierte en destino.
Respecto al sexo como catársis suscribo lo dicho por tí, se puede hacer con arte pero no con artificio y el desnudo también consiste en deshacer los nudos invisibles que amordazan nuestras almas.
A mi también me ha quedado cursi pero, ¡qué coño importa si en ocasiones lo soy!, es mi manera de expresarlo, pero si quieres otra puedes leer a Houllebecq.
Un buen descubrimiento este blog, volveré
Lo siento, guapo, pero ni hablar de la misma naturalidad, la prueba está en el ejemplo que no llegas a mencionar: se hicieron debates, ríos de tinta sobre el culo de Eduardo Noriega, hasta algún columnista de contraportada se preguntó si era auténtico o doblado (tú ya sabes que, desde entonces, solo bebo ‘no importa qué güisqui con tónica suepes’). Nunca hay tanta polémica cuando es una actriz la que se desnuda.
El otro tema, no tiene que ver con la tendencia sexual de cada uno. A ver, cómo explico esto… Se supone que una chica guapa masturbándose nos excita a cualquiera pero no conozco a ningún hombre capaz de reconocer que se pone viendo a otro practicándose ‘sexo seguro’ (utilizando eufemismo de Ismael Serrano).
;-)
Alone, bienvenido y agradecido por ese corto pero intenso recorrido literario apasionante. Estoy contigo y añado otra perspectiva: al igual que la desnudez, el miedo también es algo tan natural, tan innato, que vivirlo con miedo nos hace pudorosos ante la vida.
¡Malati, lo que te gusta polemizar y a mi entrar al trapo! Vamos allá. Lo de Noriega es la manifestación más clara de que aún existen sectores que se escandalizan, pero creo que son los menos. Además, también ha habido manifestaciones parecidas con la publicidad en la que aparece desnudo el cuerpo femenino, pero en ambos casos, afortunadamente, son los menos.
Sobre la masturbación femenina he de reconocer que la femenina es la única que me excita, quizá porque carezco de las múltiples posibilidades para el placer que possen las mujeres, que tienen más zonas erógenas que el hombre.
Uhmmm... Debes llevar razón con lo de las zonas erógenas... Esta mañana he oído en R&G que un psiquiatra defiende que el órgano sexual más importante del ser humano es el cerebro... ¿Estará relacionado todo o solo será una de mis paranoias?
¡Corto y cambio! :-))))
Gran artículo y gran cita la del lúcido sicópata Kurtz en Apocalipse Now. Porqe yo me pregunto, ¿de verás este hombre estaba tan loco como lo pintaban, o en realidad era tan lúcido y clarividente que al final el prota de la película -Martin Sheen- le tiene qe dar la razón?Impresionante, y creo qe no hay otro adjetivo, el personaje y la forma en qe Brando le da vida en Apocalipse Now. Desde aqí, a todos los lectores del blog de Olabe, os animo a qe os dejéis de Matrix, y os metáis de lleno, y con muxo valor, en las reflexiones qe plantea esta tremenda película, qe casi acaba con la vida de su director, Francis Ford Coppola. Un saludo a todos.
Nacho, gracias por los elogios. Ya me gustaría escribir como tú cuando se te afila el teclado hablando de música.
Y sí, estoy de acuerdo, hay que adentrarse en esa crónica del absurdo de la guerra coppoliana con un par.
Un día de estos habrá que recorrerse la obra del vinatero de Napa, desde "El padrino" hasta "Legítima defensa", su última obra, pasando por "Rumble Fish", "Corazonada", "Cotton Club" o "Peggy Sue se casó". Esas dos últimas, para un melómano como tú, te harán disfrutar.
Publicar un comentario
<< Home