jueves, febrero 08, 2007


¿Qué pasa cuando cuatro amigos cuarentones, que se conocen y conviven, aunque sea a temporadas, desde los 14 años, se reúnen a cenar?

Risas, complicidades, excentricidades, restaurante de postín, unos sin miedo al colesterol, otros pidiendo disimuladamente verduras y frutas en el menú, cervezas, más risas, los camareros que empiezan a limpiar y a recoger las mesas, miradas de satisfacción que reclaman no romper el momento por irse a casa, traiga la cuenta, dónde vamos.

¿Qué ocurre cuando cuatro amigos toman una copa de madrugada en un pub irlandés de su reciente pasado?

Exigencias al camarero sobre los tipos de vaso y la marca del vodka, recuerdos del quinto amigo ausente, adios a los pañales y los chupetes, "vaciles" al camarero sobre el precio de las copas, conversaciones que transitan entre proyectos vitales inacabados y la seriedad de la adopción, confesiones que no llegan a asomar y poses olvidadas que acaban diluyéndose con el segundo "stolisnaya", otra vez las risas combinadas con la certeza de un tiempo ya vivido, envidias sobre la supuesta capacidad de ligue de los profesores, los dos profesores que desmontan tópicos, las tres de la mañana, la responsabilidad que aparece, taxi de madrugada, mañana resacosa.

Por un momento, se antoja una escena del fresco que dibujó Denys Arcand en "El declive del imperio americano", que los cuatro amigos (y el ausente, también) vieron en los Astoria antes de entrar en la habitual cascada de cachondeos y copas que comenzaba en "La escala" y terminaba en "Clan Cabaret".

1 Comments:

At 12:57 p. m., Blogger Sergio M. Mahugo said...

Capacidad de ligue que como bien dices sólo es 'presunta'... Ponte otro Stolisnaya, pago yo!

 

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