Crónica mundana
Pi-tu-pi-tu-pi-pi-pu-pi-tuPiiiiiii
Piiiiiii
- Restaulante Li Du
- Hola, buenas tardes. Quería pedir comida para traer a casa. (Nunca sé cómo formular ese tipo de peticiones. Tendré que ensayarlo).
- ¿Qué quelía?
Realmente la "ere" no la pronuncian. ¡Vaya!
- Pues sí, mire, ehhh (¡carajo, si me lo había preparado muy bien, lo tenía claro! ¿Por qué de repente son más pequeñas las letras del folleto? ¡Coño, si hay una lista de menús en la contraportada!). Bueno, síí, quiero un rollo de primavera, wan-tun, tallarines tres delicias y cerdo agridulce (total, dentro de un par de horas me sentaré en el trono).
- Son dieciséis con cincuenta. (La verdad es que es difícil transcribir la pronunciación castellana de los chinos cuando en las palabras no aparece la "ere").
Ese es todo mi divertimento para la noche de un viernes. Bueno, también están los capítulos de la 6ª temporada de "Las chicas Gilmore", que me bajó Sergio, después de que se rieran de mí amigas y hermanos por haber comprado las anteriores temporadas en la FNAC. Aunque no sé si el cachondeo era por haberme visto esas anteriores ediciones en apenas dos semanas o por el hecho de ver esa serie.
Y es que después de un día con los funcionalistas, Merton, Wolf, Lasswell y Lazarsfeld, el marketing con causa, Salaverría y su redacción ciberperiodística y a la búsqueda de ejemplos de patrocinios y su gestión comunicativa, algo de ingenuidad, mala leche dialéctica, un repaso a la cultura norteamericana reciente y los ojos de Lorelai Gilmore harán más llevadero el camino del sofá a la cama.
- Prriii, prriii
- ¡Carajo, ya están aquí!
Con lo rápido que han venido no sé si fiarme de esa comida. También puede ser que deba replantearme lo que tardo en escribir una entrada en este blog.
3 Comments:
Recurso concurrido el de llamar al chino; y algo complicado entenderlos. Aquí, cerca de Berruguete Street, tenemos unos cuantos y ya me estoy acostumbrando al cambio de la 'r' por la 'l'. La costumbre, es lo que tiene.
Un saludo.
Imagino que los utilizaréis después de los días de concierto, como el de la otra noche con Carlos Tarque, puñetero ¡Qué envidia la de opciones musicales que hay por allí y que no desaprovecháis! Cuando por fin vaya para allá, seguro que el concierto más entretenido será un revival con Enrique y Ana.
Vaya tela! este folabe se está haciendo mayor!
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