martes, marzo 27, 2007

Hallazgos

Quedo con Ramón antes de que empiece la rueda de prensa. Hace casi siete años que no nos vemos. Antes de llegar lo distingo a lo lejos, entre el corro de fotógrafos y cámaras que esperan entrar. Al parecer, él también a mí. Suena el móvil. "Te he reconocido por los andares", dice mientras viene imitándome, con el tronco recto y las piernas cada una para un lado.

Me da la sensación, cuando lo veo, que no exagera. Parece como si en un momento de mi vida me hubieran insertado las piernas equivocadas, las que no correspondían con el resto de mi cuerpo y que además hubiera alguien que desde arriba mueve los hilos y me hace andar como si llevara una gran almorrana.

En ocasiones, uno no es consciente de sus defectos físicos (tampoco de los psíquicos ni los morales) y cuando se los recuerdan no puede evitar una cierta sensación de enojo. Más que nada por que esos no se aprecian delante del espejo por las mañanas. Al mostrártelos es como si te recordaran los visibles. Y para eso se sirve uno mismo.

Convivo con una napia que me anuncia antes de llegar, mi craneo es una mezcla del de Zidenide Zidane y Richard Gere (la tonsura y las entradas ya no se camuflan entre las canas) y los dedos como chistorras han conseguido que ya haya cambiado un par de veces el teclado del ordenador.

Pero no pasa nada. Al menos, a mí. Te acostumbras a tu físico de forma cariñosa, casi condescendiente. "Joder, si además de esto tuviera los ojos uno mirando a Rota y el otro a Grecia", te consuelas.

Lo sospechoso es cuando entra en escena tu amatxo. Parece que ha perdido su proverbial y siempre reconfortante amor de madre. "Mira, hijo, te he comprado estas pastillas, esta loción capilar y este gel fortificante para tu pelo". ¡Carajo, pero no era para ella un feo con atractivo. A qué viene esto ahora! Pensándolo bien, sí que es amor de madre.

Por si acaso, estoy practicando en los pasillos de la facultad, cuando nadie me ve, a andar como las muñecas de Famosa. Aunque ahora que escribo estas líneas, creo que lo mejor será que me compre un bisoñé y un Kimono e imparta las clases como una Geisha.

4 Comments:

At 2:48 p. m., Anonymous Anónimo said...

¡jajajajaj!

¡Qué exagerado! Cualquiera que no te conozca y te lea se hará una imagen muy 'peculiar' de tu físico.

Pero... ¿no habrá una crónica como dios quiere y manda de la visita a Sevilla?

Por cierto, el Ramón del que hablas ¿es el Moncho del post anterior? me quedé colgada en su güé ¡qué buenas las fotos! ¡Dan ganas de adoptar un flamenco! Las de los deportistas ya son una pasada pero es que los reportajes de los pájaros son increíbles.

 
At 4:28 p. m., Blogger folabe said...

La crónica de Sevilla no es para estos lares, que visitan los alumnos actuales de Periodismo y que pueden luego recordarme mis desventuras académicas.

Porque más allá de mis empanamientos con los horarios y las distancias, no pasó nada del otro mundo. ¡Ya me hubiera gustado!

Lo del Moncho es cierto, el tipo hace unas fotografías fantásticas. pero como los pájaros no dan para comer, se dedica a la fotografía deportiva en el diario Marca, aunque cada vez que puede se escapa a Doñana.

 
At 6:59 p. m., Anonymous Anónimo said...

Hola Folabe!
ya veo lo bien que lo pasas de viajecito en viajecito.
La verdad es que es la primera vez que he entrado en tu blogger. Me está sirviendo para reirme un poco, pero no de ti, eh? no pienses mal que no aciertas.

En cuanto a tu físico eres un poco exagerado, la verdad... pero bueno, siempre te quedará el programa este "chungo" CAMBIO RADICAL!!!!!jejeje.

Yo he pensado alguna vez en operarme mi super nariz, pero viendo lo que cuesta y lo mal que lo pasas he decidido decirme a mí misma que "esto forma parte de mi personalidad"jejeje.

El problema es que nosotros no nacemos con complejos, sino que nos lo provocan los demás.

Eso sí, yo lo único que cambiaría de tí (si me permites que te lo diga, sino te lo diré igual) son tus gafas!... hay cosas que se pueden arreglar...

Un saludo y felicidades por tu blogger!!!!!!!!!!!!!!

Diana

 
At 7:28 p. m., Blogger folabe said...

Pero si estoy encantado con mis defectos, es algo de lo mas natural. Tanto como reirte de ti mismo. Lo de las gafas, igual te hago caso y me merco (siempre me ha encantado esa palabra) unas estilo "Andy Warhol". jejejeje

 

Publicar un comentario

<< Home