jueves, marzo 01, 2007

Paradojas

Estoy en esos días. Más bien, en esa época del año en la que todo lo que no sea el curso de Periodismo Deportivo desaparece. Voy por el mundo, por la vida, por mi trabajo por inercia. El esfuerzo de organizar un actividad como esta me consume.

Desde hace un par de semanas, el estanquero se frota las manos cada vez que me ve entrar; los pantalones me quedan como a los toreros el traje de luces; cuando me cruzo con los vecinos, me preguntan: "¿Cuándo has vuelto"?; mi madre me ha enviado una foto suya y el catálogo de Tattoo Shop, con el modelo "Amor de hijo" señalado en rojo con rotulador Carioca; me convierto en un especialista nocturno del sandwich con jamón york y queso, y de queso con jamón york; acuesto a los borrachos y despierto al gallo.

Y como cada año me conjuro contra mí mismo y me digo que este es el último, que ya no lo organizo más, que ya está bien de pasarlo mal cuando se me echa atrás un ponente que me dijo sí hace un mes y ahora, después de una polémica con un programa de televisión loco en la colina, argumenta que está muy liado. Me propongo no desvelarme entre borrachos y gallos porque los patrocinadores no llegan. "Total, si los alumnos no van a valorar todo este esfuerzo. A ellos les importa un carajo".

Pero vuelvo a caer. Y otro año más, lo organizo. Y otro año más me sorprendo con las reacciones que tengo a tanta intensidad. En esta ocasión me ha dado por sonreir en la calle. Cuando veo a los niños de tres años con sus babys jugar en el patio de un colegio; cuando me acuerdo de la pareja de ciegos declarándose con las manos y las caricias en un metro de Londres; cuando no me incomodan los pisotones de las amas de casa con sus carritos en los autobuses urbanos; cuando se me aparece el personaje de unos de mis relatos de juventud diciendo que la imagen más entrañable es la de ver las piernas de una mujer alejarse de tu cama con tu camisa puesta y que esas piernas sean las mismas toda la vida.

Paradójicamente, esos instantes me relajan. Luego, llego al despacho.

14 Comments:

At 11:48 a. m., Anonymous Anónimo said...

Si piensas que los alumnos te van a agradecer el esfuerzo de organizar unas jornadas tan "importantes" lo llevas claro. Sabes, como yo, que lo único que les importa son los malditos créditos y nada más.
El único beneficio que te puede traer es el personal, el de uno mismo.

No es fácil organizar conferencias y que todo salga perfecto. Pero cuando han terminado y todo ha sido casi un "éxito", esa sensación la puedes comparar con la sensación que tuviste al aprobar el carnet de conducir.
Es una satisfacción personal...llámalo egoísmo... pero es así.

Imagino q al sandwich le pondrás mantequilla, no?

Plantéate dormir mañana hasta que tu cuerpo diga ¡¡¡¡¡¡YAAAAAAAA!!!!!

 
At 7:20 p. m., Blogger folabe said...

Bueno, lo del carné de conducir, en mi caso, es en sí mismo una paradoja. Los que me conocen saben de que hablo.
En cuanto a lo de dormir sin cesar es algo complicado cuando debajo de casa los pescadores se ponen al tema desde primera hora en fin de semana y después, en el piso de arriba, comienzan las olimpiadas domésticas de las tres niñas corriendo por el pasillo de madera.
Creo que hasta juegan a las canicas solo por jorobarme.

 
At 4:41 p. m., Blogger Jose M. Sánchez "Daze" said...

Desgraciadamente, estas cosas pasan ("cuando se me echa atrás un ponente que me dijo sí hace un mes y ahora, después de una polémica con un programa de televisión loco en la colina, argumenta que está muy liado"). Por cierto, a quién te refieres??jejej. Será un "cantamañanas" o un "abrazafarolas".

Si le llegas a llevar a las Jornadas se cagan...Pero llevas a Míchel, y eso ya es un logro porque puedes dar una exclusiva monumental. Ya te llamaré para aprovecharme.

Por cierto, hablé con Orfeo y el hombre está encantado. Eso es porque los tratas bien.

Y respecto a esto..."Total, si los alumnos no van a valorar todo este esfuerzo. A ellos les importa un carajo"...creo que eres un poco injusto. Sé de de mucha gente que está deseosa de que lleguen las ponencias y estoy convencido que los que tienen que valorar ese esfuerzo ya lo valoran. Así que mucho ánimo que todo sale, Fer.

Ya verás como es, de nuevo, un éxito.Lástima que en esta ocasión no pueda hacer yo las fotos...eso es algo que se notará con creces (dosis de vanidad)

Saludos desde Madrid.

 
At 3:17 p. m., Anonymous Anónimo said...

A ver si te relaja la crónica del concierto de uno de tus grupos favoritos: Los Suaves. Un saludo.
http://blogs.epi.es/lostiemposcambian/

 
At 1:11 a. m., Anonymous Anónimo said...

Quizá me arrepienta por ser benévola por un día o quizá esté madurando. Es cierto: los alumnos nunca te lo valorarán. Puede que se acerquen a la cantina a decirte: "Joe, Olabe, 'to guapos los regalos de las jornás esas de fúbbol'...". Y tendrás que sonreír. Pero siempre has tenido y tendrás alumnos/as que invertirán muchas horas de su vida sentados en tu despacho, por puro placer. El tema a tratar dará igual, lo importante será que comparten el tiempo con una persona íntegra y que se deja los cuernos por aquello que le entusiasma. Y esas personas que no te lo "valoran" ni te dan una palmadita en la espalda cuando cierras los micros son las que se jugarían los dos pulgares por que, aunque las jornadas no tengan "éxito", tú lo habrás hecho de puta madre.

Una que entendió lo del carné de conducir.

 
At 8:46 a. m., Anonymous Anónimo said...

Tuve un profesor de francés (asignatura de la que todo el mundo pasabamos, lógicamente) que cuando organizaba audiciones de la chançon française decía que únicamente por el entusiasmo de un alumno ya valía la pena el esfuerzo.
Ánimo, por lo que leo ¡tú ya tienes el de más de uno!

 
At 12:03 p. m., Blogger Nando Rico said...

Siento que vayas de culo con lo del curso. Supongo que son los gajes del oficio, en este caso del organizador. Espero que finalmente logres congregar a los ponentes que te planteaste y que todo salga a pedor de boca. ¡Ah!, y que sepas que los alumnos -por lo menos cuando yo estudiaba- sí apreciamos el esfuerzo por traer a esos ponentes.

Saludos.

 
At 12:36 p. m., Anonymous Anónimo said...

¿Me quiere contar alguien lo del carné de concudir?

 
At 1:23 p. m., Anonymous Anónimo said...

para la anónimo simpática:

de veras que yo te contaría lo del carné de conducir, pero como te gusta tanto CSI te voy a dejar que lo descubras. qué emoción, eh?
enga, que vaya bien.

 
At 1:56 p. m., Blogger folabe said...

Como veis, hago un receso en esta dinámica acelerada para agradeceros el ánimo, las visitas a las crónicas (Nacho, vi la tuya y me diste una envidia tremenda, tanto como la de Nando, que también es "metalero" y disfrutó con el Yosi) y con la intriga de saber qué es eso del carné.
Un abrazo a todos.

 
At 12:39 a. m., Anonymous Anónimo said...

Hoy he leìdo por primera vez tu blog y lo he hecho desde el principio...con curiosidad, con cariño y con cierta envidia por todo el tiempo que pareces saber administrar mejor que yo.
Lo que no me parece nada bien es que vayas presumiendo de feo...ya sabes que la falsa modestia es la peor de la vanidades y, en cualquier caso, la belleza esta en los ojos de quien te mira , asi que, haz como yo...còmprate un perro.

 
At 8:09 p. m., Blogger folabe said...

Último anónimo, lo de feo no es presunción, ni tan siquiera falsa (cómo va a serlo si hasta mi madre me llama feo con encanto). Más bien es un estado de ánimo, la mayoría de las veces. Como esa canción de Fito:

"He aprendido en esta vida de lo bueno y de lo malo
Me he elevado por el cielo y me he arrastrado por el barro
Más de treinta y nueves años Y doscientos diez defectos
y he tocado la locura con la punta de los dedos

Voy mirándome en los charcos
yo no necesito espejos
sé que soy mucho más guapo
cuando no me siento feo"

 
At 2:12 p. m., Anonymous Anónimo said...

Hace unos días llegué a este blog y me ha enganchado. En los últimos días, gracias al Curso, he descubierto a un gran tipo, al profesor Olabe.

No creo q nunca se cruce en mi camino como docente, pero me ha picado la curiosidad y me gustaría conocer a esa persona q registra este espacio. Integridad, sinceridad, ilusion a partes iguales.

Seguiremos leyendo.

 
At 6:48 p. m., Anonymous Anónimo said...

TERCER MILAGRO

Arrinconado en el aula escucho con atención a Carlos Martín, o simplemente nuestro ya amigo Carlos. Pienso, como también tú lo haces, si ha merecido la pena el esfuerzo, las horas de llamadas de teléfono o los disgustos que encanecen aún más nuestro pelo (bueno el mío, que tú te estás quedando calvorota) ... Me pregunto, te decía, si el próximo año habría que hacerlo de nuevo (el Curso, digo) porque el interés, el general, que veo no parece tanto. Pero, de repente, observo que alguien sí pudo apreciarlo, que pregunta como si ya desempeñara el papel de periodista y me respondo que, el milagro, el tercero que parimos, SI ha merecido MUCHO la pena ... porque a mí también, amigo Fernando, me hubiera gustado estar detrás de ese pupitre, con los ojos abiertos y el alma volcada en lo iba a ser nuestro santo oficio. Saludos (en Marsella, tuve el mar al alcance, como en tu casa de San Juan)

 

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