lunes, marzo 24, 2008

Las palabras idóneas

Como hace días, semanas más bien, que no me asomo por aquí, tengo la vanidosa curiosidad de comprobar si en este tiempo alguien ha leído las ocurrencias que de a ratos salen de este cuerpecito mío, que diría Bebe. Lo reconozco, es vanidad y curiosidad, porque en cierto modo este ejercicio de publicar tiene menos que ver con mi extinta pasión periodística y más con las veleidades del ego, la posibilidad de ser leído, la pretenciosidad de un escribiente de emociones personales que, quizá, no deberían ser expuestas.

Mi madre no ceja en recordarlo: "No sé porqué lo haces, pero ya que lo haces, al menos no escribas de mí".

La bailarina también me lo ha recordado en más de una ocasión: "Si es que te gusta, te encanta mostrarte". No sé si esas eran sus palabras exactas, pero desde luego sí su intención.

Ahora ya no vienen como antaño historias sobre las que relatar. Ya apenas salgo en bici, por lo que se han quedado mudos los pensamientos, y además en los trenes y autobuses pienso más en un futuro que se me antoja me quiere llevar a otra parte. De ahí que no encuentre temas, ni recursos, ni experiencias.

Aunque, miento. Hace un par de días, mientras caminaba hacia el quiosco por los periódicos que acabo leyendo tres mañanas después, me vino el inicio de un escrito, quizá por el eco de una conversación inconclusa.

"Te dejo porque eres un aburrido y un soso. Te has encerrado en tu concha de mar, en tu caparazón de soledad. Quiero a alguien valiente a mi lado".

Y ahí me vi. Ese soy yo. Por mucho que halle las palabras, jamás serán tan idóneas como esas.

Ahora, arribarán muestras de cariño, manifestaciones de que siempre hay momentos y de que hay mil aristas en una persona. También las acusaciones de complacencia. Creo que me quedo con estas últimas, y no por falsa modestia.

1 Comments:

At 3:44 p. m., Anonymous Anónimo said...

¿Encerrarse en una concha de mar?... ¿Preferir la soledad frente a otras cosas?... ¿Tener alguien valiente al lado de uno?...
¡Qué bonito!,cada uno es como es aunque pueda mejorar cosas o desmejorarlas. Se quiere a alguien tal y cómo es con sus defectos y virtudes que cada uno las tenemos a "gogo". Encerrarse en el mundo de cada uno, momentos de soledad, ¡qué hermosos esos instantes de evadirse del día a día!, aunque este no este mal. Respecto a esto, dentro de unos límites si quieres hacer felices a los demás y vivir. Y lo de tener alguien valiente al lado de uno... que decir... uno tiene que ser valiente por sí mismo aunque tener al lado a alguien valiente ayuda a serlo o a serlo aún más. Pero no es excusa justificada para no estar con alguien, quizás otros factores que no son la valentía son más importantes en una persona... sin embargo todo es relativo en esta vida (ya se sabe), depende de lo que valore cada uno y lo que no aguante de los demás o de uno mismo. Además lo que para unos
son actos de valentía para otros no lo son y la misma pesona puede ser valiente para unos y para otros no. Y dejo de filosofar que...
Y que sepas que lo de fastidiarme el viaje a Celorio... ejem,ejem. NQ.

 

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