viernes, septiembre 29, 2006

Voces alrededor

Me incorporo, careciendo, eso sí, de su pasión, espíritu crítico e ímpetu, a la reflexión de la maldita bendita sobre los miedos y las inculturas.

Me subyugan los acentos, el sonido de las palabras, las expresiones de los silencios, las entonaciones, los ritmos que acompañan a los idiomas. La mayoría ni los entiendo, pero curiosamente me alegran los días.

Cuando leí a Whitman por vez primera imaginé una voz inglesa profunda, estruendosa, ronca, como de tormenta en la montaña. Con Rilke fantaseé con su alemán aniñado y cursi. A Cirlot le puse la serenidad de lo cosmopolita. Y con Benedetti, después de años de acompañamiento callado, encontré la dulzura en las imágenes de Subiela y su lado oscuro del corazón.


Pensaba que sólo me nutría de los sonidos poéticos, pero ahora sé que no. Se quedan en mi fonoteca la aridez de la mujer griega que nos dio de comer en la puerta de su casa en un pueblecito de Creta; el lamento gitano de Kusturica; el embrujo del contador de historias de la Plaza Jema ´El Fena ante los embelesados campesinos marroquíes que escuchan en cuclillas historias y leyendas; la perfecta caligrafía oral de los bares de Soria; la sensualidad de las muchachas en las estaciones de tren de Suiza; el atropellado ritmo de los taxistas de Singapur; la vaporosa voz de los amaneceres de una mujer.

Hay más, nos acompañan cada día, en autobuses, mercados, tiendas, aceras, tras el mostrador. A algunos les asustan, muchos ni las oyen, otros las escuchan. A lo mejor por eso escribo.

2 Comments:

At 6:52 p. m., Blogger Maldita_Rebeca said...

pues no o dejes nunca

 
At 5:43 p. m., Anonymous Anónimo said...

Que increible!!! Como escribes, sientes, piensas y lo mejor... como trasmites!!! (cuando quieres jejeje).
Yo por lo menos lo interpreto como la inseguridad o miedo que cada día, tan "rutinario" y sin embargo diferente (por sus pequeños cambios imprevisibles); lo comenzamos con un montón de sensaciones que se pueden llamar "aleteo de mariposas" o "mariposas revoloteando" en el estómago, por nervios, sensaciones, y aún rutina, y tan diferente..... y es algo que me da en la nariz que por mucho que pase el tiempo.... cada mañana nos "revolaran las mariposas en el estómago"
Besotes.

 

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