miércoles, abril 30, 2008

Rask

Que siempre está, cuando no se le ve.

domingo, abril 27, 2008

Días de siesta

Los efectos de desmanes psicotrópicos de vidas anteriores parece que se me vienen en los sueños de este fin de semana. ¡No dicen que el deporte elimina toxinas! O será que mi subconsciente, ante las tareas pendientes, me alerta de que no debo hacerme siestas. Lo más probable es que estas dos últimas mañanas de bicicleta y sol han surtido el efecto contrario.

Ayer me colgaba de los labios de una antigua alumna, sin rostro y con voz ronca, en la puerta de un despacho de la universidad, antes de que un compañero de profesión, con camiseta de rugby y maletín de ejecutivo, nos pillara en el desliz.

Hoy ha ido a más. Me quedaba colgado en una gasolinera camino de San Sebastián con dos gasolineros salidos de un relato corto de Hunter S. Thompson que repetían cada frase del otro, mientras me dejaban un bolígrafo que al escribir agrandaba y deformaba las letras irisándolas de colores vivos y resplandecientes. Cuando al ver un coche de la policía secreta creía que mi suerte cambiaría, pero al abrirse las puertas y descender, los agentes resultaban ser actores en una performance sobre la prostitución de carretera. Al final, me subía en un seiscientos con cuatro tipos y sus correspondientes maletas camino de Madrid.

¡Uff, lo dicho!

viernes, abril 25, 2008

Entre tanto

Canta el croner:
Para ti la vida, que te lleva
Para mi la vida, que me quema

lunes, abril 14, 2008

Pido la vez...

...para cuando llegue mi turno,

...por si a la aurora se le ocurre pintar los salones,

...para desterrarme del olvido de los que ríen,

...por que nunca pido nada,

...en lugar de pedirte dinero,

...para ese día de cualquier año en que alguien aparezca,

...por si en otro momento no me dejan pedir,

...para alistarme a tus caderas,

...porque al amanecer te la devuelvo.

...para seguir dentro de un rato este post, que aquí no se acaba

jueves, abril 10, 2008

Regalos

La última semana ha sido como levantarse la mañana de reyes, todos los días un 6 de enero.

Gaspar y mi compadre Oscar me dan un abrazo y un beso al despedirse el viernes después de finalizar nuestra aventura de todos los años.

Marcos se acerca a mi regazo después de jugar al fútbol, y antes de celebrarlo con una pizza gigante de atún, y dice: "Te quiero tío Fernan".

Nico, Julián, José Miguel, Juanjo, Orfeo parece que se ponen de acuerdo y me escriben sus correos electrónicos con textos similares: "Cuenta conmigo para el año que viene".

Me reencuentro en Clan Cabaret con un bardo imprescindible y coherente, misil contra el adocenamiento de la cultura y de la vida, gracias a Malati.

Didi soporta un despropósito dialéctico fruto del cansancio y el virus con una enorme sonrisa: "Este verano te visito, prepara la habitación de invitados".

Al levantarle del taburete en el bar para despedirme, Re, Jose, Mario y Eloy hacen caso omiso a mi mano y se cuelgan a mi cuello en su correspondiente turno.

Me divierto en la mesa de ponentes con Gaspar y Gallego y Rey y le encuentro por fin algo de sentido a la invitación de la Complutense.

Llego de Madrid y me encuentro mi moleskine prometida y una nota amorosa de Ignacio.

Sigo viviendo.

PD. También han llegado sietes de enero, días de volver al cole, de entristecerme y dolerme, pero esos acaban pasando, tarde o temprano.

martes, abril 01, 2008

Demandas

Pídele al mar una canción
te dará una ola.

Ruega al cielo un día de lluvia
amanecerá despejado.

Envía un postal desde la carretera
te la devolverá el ausente.

Escribe encima de una nube
te harás de caramelo.

Dúchate a oscuras
encontrarás mis pies.

Sueña con lo vivido
perderás el tiempo.

Cobíjate en el amparo
te dará besos azules.

Pídele al mar una canción
recitará una oración.